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Irregularidades Menstruales comunes (Parte 2)

¡Bienvenida de nuevo!

En la primera parte de este artículo, exploramos algunas de las irregularidades menstruales más comunes que pueden experimentar las mujeres y afectar en su ciclo menstrual, como el síndrome premenstrual, la amenorrea y la menopausia.

En esta segunda parte, nos enfocaremos en la dismenorrea y la polimenorrea, dos problemas ginecológicos que pueden causar molestias y dolor a las mujeres durante su ciclo menstrual. Exploraremos los síntomas, las causas y los tratamientos disponibles para estas afecciones, para ayudar a las mujeres a entender mejor su cuerpo y promover una buena salud ginecológica. ¡Sigue leyendo para obtener más información sobre estos temas importantes!

Dismenorrea

Se define como dolor intenso durante la menstruación

Pero ¿qué es exactamente? Es el dolor abdominal y/o pélvico intenso que aparece antes de la menstruación o coincidiendo con ella y dura unas 24 horas.

Se estima que entre el 25% y el 60% de las mujeres la padecen y hasta el 15% de los casos pueden llegar a presentar el dolor con más intensidad, lo que se conoce como dismenorrea severa. No es algo sin importancia, ya que puede ser una causa importante de incapacidad laboral, ausencia escolar y de reducción en la  calidad de vida. La dismenorrea se clasifica en 2 tipos Primaria y secundaria

Dismenorrea Primaria:

No se identifica ninguna causa concreta que la produzca. Se ha observado que las menstruaciones son más dolorosas en mujeres que tienen la primera regla a edad temprana (11 años o menos); otras observaciones es que se da en mujeres que no han estado embarazadas, fumadoras o en las que reglan más de 5 días. Esta suele desaparecer con la edad o tras la primera gestación.

Se sugiere que este padecimiento tiene que ver con el aumento de la actividad de la hormona prostaglandina, ya que se cree que esta hormona sensibiliza todas las terminaciones nerviosas de la parte inferior del abdomen, lo que causa el dolor. 

Por otro lado, diversos estudios exponen que ciertos factores psicológicos desempeñan un papel fundamental en la presentación de la dismenorrea. De hecho, afirman que esta debe ser tratada como un fenómeno psicosomático (cuando un problema psicológico se convierte en un malestar corporal, que puede afectar a una parte sensible del cuerpo u órgano) y no sólo biológico.

 

Dismenorrea secundaria

También se conoce como «orgánica», «sintomática», «patológica» o «adquirida». En este caso, la causa del dolor menstrual es una lesión anatomo-patológica existente. Puede tratarse de endometriosis, miomas uterinos, infecciones o alguna otra patología.

Sumado al síntoma principal, la mujer con este tipo de dismenorrea puede experimentar sangrado vaginal anormal, dispareunia o cambios en las características del dolor. Incluso, se pueden observar hallazgos anormales durante el examen físico genital.

Al contrario de la dismenorrea primaria, la secundaria es más frecuente en mujeres mayores, cercanas a la menopausia. El dolor puede iniciarse horas, o incluso días antes de la menstruación. Además, no desaparecerá a menos que se elimine la raíz del problema.

Por otro lado, el dolor se atribuye a la presión ejercida por el tejido lesionado. Al expulsar los coágulos de sangre de la cavidad uterina, esta causará contracciones anormales y en consecuencia el dolor. El tratamiento dependerá de la patología asociada.

Por esto, es imperativo realizar una adecuada historia clínica y un examen físico para encontrar la posible causa.

Síntomas

  • Dolor sordo, punzante o calambres en la parte inferior del abdomen
  • Dolor que se irradia a la parte baja de la espalda y los muslos
  • Algunas mujeres también experimentan náuseas y vómitos, heces blandas, sudoración o mareos.

Causas

  • Durante la menstruación, el útero se contrae para ayudar a expulsar el tejido endometrial o menstrual. Las hormonas (prostaglandinas) implicadas en el dolor y la inflamación provocan contracciones de los músculos uterinos y mientras más altos sean los niveles de prostaglandinas más severos serán los cólicos menstruales.
  • Muchos expertos creen que las contracciones severas obstruyen los vasos sanguíneos que alimentan el útero. El dolor resultante se puede comparar con la angina de pecho, que ocurre cuando las arterias coronarias se bloquean o tapan y muere parte del corazón (infarto).
  • Endometriosis. En esta afección dolorosa, el tejido que recubre el útero se implanta fuera del útero, generalmente en las trompas de Falopio, los ovarios o el tejido que recubre la pelvis. Este tejido responde hormonalmente igual que el tejido endometrial intracavitario. Entonces cuando la menstruación ocurre no solo sangra el útero sino también los sitios donde el endometrio se encuentra implantado; dando como resultado dolores menstruales muy fuertes y pérdidas hemáticas considerables y en algunos casos anemia crónica.
  • Fibromas uterinos. Son tumores benignos que crecen entre las capas uterinas. dependiendo de su localización y tamaño  pueden o no ser la causa del dolor.
  • Adenomiosis. En esta condición, el endometrio se implanta en el espesor del músculo uterino, y aunque no se encuentra fuera del útero como en la endometriosis su comportamiento es similar. Es decir, durante el periodo menstrual esos implantes sangran considerablemente y pueden dar lugar a dismenorrea. 
  • Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Es una infección de los órganos reproductores femeninos que suele ser causada por bacterias de transmisión sexual. Y dada la inflamación interna que ocasionan puede contribuir a síntomas de dismenorrea.
  • Estenosis cervical. En algunas mujeres, la abertura del cuello uterino puede ser tan pequeña que  impide el flujo menstrual, causando un aumento de la presión en el útero y síntomas de dolor.

 

Factores de Riesgo

Algunos de los factores que pueden favorecer a que sufras de menstruación dolorosa son:

  • Un comienzo temprano de la menstruación(11 años o menos)
  • No haber tenido nunca un hijo.
  • Tener menos de 20 años de edad.
  • Menorragia, es decir, sangrado abundante durante el período.
  • Sangrado irregular, conocido como metrorragia.
  • Fumar.
  • Familiares que sufren de dismenorrea.
  • Vida muy sedentaria.

 

Complicaciones

Los calambres o cólicos menstruales no tienen complicaciones médicas, pero a menudo interfieren con la escuela, el trabajo y las actividades sociales.

Sin embargo, las enfermedades y afecciones que a veces se asocian con los cólicos menstruales pueden tener complicaciones. Por ejemplo, la endometriosis puede causar problemas de fertilidad, mientras que las enfermedades inflamatorias pélvicas pueden ocluir las trompas de Falopio, aumentando el riesgo de que un óvulo fertilizado se implante en la trompa (embarazo ectópico) en lugar del útero.

 

Diagnóstico

El médico revisará la historia clínica y llevará a cabo un examen físico, incluyendo un examen pélvico. Durante el examen pélvico, el médico revisará los órganos reproductivos en busca de anormalidades y buscará signos de infección.

En algunos casos, si el médico sospecha que los cólicos menstruales son causados por un trastorno subyacente, puede solicitar uno o más de los siguientes exámenes:

Ultrasonido. Este examen indoloro utiliza ondas sonoras para visualizar los órganos internos. A menudo se utiliza para detectar anomalías en el útero, el cuello uterino y las trompas de Falopio.

Tomografía computarizada (tomografía computarizada). Una tomografía computarizada combina imágenes tomadas desde varios ángulos para producir imágenes transversales de los huesos, órganos y otros tejidos blandos del cuerpo. Este procedimiento indoloro puede ayudarnos a complementar una valoración médica cuando el ultrasonido no es concluyente.

Imágenes por resonancia magnética (IRM). La RMN utiliza ondas de radio y un fuerte campo magnético para producir imágenes detalladas de las estructuras internas. Este procedimiento indoloro se puede utilizar para detectar tumores o signos de endometriosis.

Histeroscopía. En este procedimiento, el médico inserta un tubo delgado e iluminado a través de la vagina y el cuello uterino. El histeroscopio funciona como un pequeño telescopio, permitiendo que el médico observe la cavidad uterina a fin de diagnosticar la presencia de miomas intracavitarios o pólipos, así como malformaciones uterinas, adherencias entre otras.

Laparoscopia. En esta cirugía ambulatoria, el médico realiza un abordaje de mínima invasión a través de pequeñas incisiones en el abdomen e insertando instrumentos de fibra óptica con una pequeña lente de cámara y ciertos instrumentos de corte y coagulación. La laparoscopia puede detectar ciertas afecciones, como endometriosis, adherencias, fibromas, quistes ováricos y embarazo ectópico.

 

Tratamiento

La dismenorrea es una condición tratable. El médico puede recomendar:

AINES. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES) pueden ser útiles para aliviar el dolor de los cólicos menstruales. Su médico puede sugerirle que tome AINES de venta libre en dosis regulares desde 1-3 días antes de que comience el período. 

Anticonceptivos hormonales. Las píldoras anticonceptivas contienen hormonas que previenen la ovulación y reducen la gravedad de los cólicos menstruales. Estas hormonas también se pueden administrar de otras maneras: una inyección, un parche colocado en la piel, un implante debajo de la piel del brazo o un anillo flexible insertado en la vagina.

Cirugía. Si los cólicos menstruales son causados por un trastorno subyacente, como endometriosis o fibromas, la extirpación quirúrgica del tejido anormal puede ayudar a reducir los síntomas.

 

Recomendaciones

Los baños calientes o el uso de una almohadilla térmica en la parte inferior del abdomen parecen ser tan efectivos como los analgésicos para aliviar los cólicos menstruales.

Realizar ejercicio físico de bajo impacto, en los días de la menstruación reduce significativamente los cólicos. 

Acudir siempre a una revisión médica en caso de presentar dolor menstrual incapacitante.

 

Polimenorrea

La polimenorrea es una alteración en los ciclos menstruales que provoca periodos más cortos, menores a los 21 días.

Los ciclos menstruales normales son aquellos que están entre 21 y 35 días. Si el ciclo menstrual dura menos de 21 días, se considera que es anormal y se habla de polimenorrea. Este debe darse en 8 periodos menstruales o más. 

El síntoma principal es la menor duración de los ciclos.

 

Síntomas

 Los síntomas de la polimenorrea pueden incluir:

  • Sangrado menstrual frecuente: Los ciclos menstruales pueden ocurrir con más frecuencia de lo habitual, lo que puede provocar sangrado menstrual más a menudo.
  • Sangrado menstrual abundante: El sangrado menstrual puede ser más abundante de lo normal, lo que puede requerir cambios frecuentes de tampones o toallas íntimas.
  • Dolor pélvico: La polimenorrea puede estar acompañada de dolor en la parte inferior del abdomen, que puede variar en intensidad.
  • Fatiga: El sangrado frecuente y abundante puede causar fatiga en algunas mujeres y anemia crónica.
  • Cambios de humor: Algunas mujeres pueden experimentar cambios de humor debido a la polimenorrea.
  • Es importante consultar con un médico si se experimenta alguno de estos síntomas, ya que la polimenorrea puede estar asociada con ciertas afecciones médicas, como trastornos tiroideos, hematológicos, enfermedades ginecológicas o cambios hormonales.

Causas y factores de riesgo

  • Estrés:  la tensión y el estrés pueden alterar los ciclos menstruales, haciendo que éstos se hagan más cortos o más largos.
  • Ovarios poliquísticos o multifoliculares: es un desajuste hormonal que causa una hiperestimulación ovárica y mayor número de folículos en cada ciclo, creando una especie de quistes alrededor de los ovarios. Esto promueve ciclos menstruales irregulares.
  • Síndrome del ovario poliquístico: es un desajuste endocrino que se produce cuando la hipófisis segrega más hormona luteinizante (LH) de lo normal, además de producir un exceso de otras hormonas como testosterona, insulina, hormona foliculoestimulante. Este síndrome altera los ciclos haciendo que sean irregulares.
  • Alteraciones hormonales: cualquier cambio en los niveles de ciertas hormonas (progesterona, hormona luteinizante, estrógenos, prolactina, tiroides, etc.) puede cambiar la duración de los ciclos menstruales de una persona.
  • Adenoma hipofisario: Es un tumor no canceroso (benigno) de la hipófisis que altera los niveles de ciertas hormonas, normalmente de la prolactina, alterando la duración de la regla y provocando galactorrea, entre otros síntomas.
  • Perimenopausia: en los años previos a la llegada de la menopausia los desequilibrios hormonales pueden causar alteraciones en la menstruación que den lugar a polimenorrea. 
  • Infertilidad: La polimenorrea puede afectar la fertilidad al producir menstruaciones irregulares. Por eso, puede ser necesario recurrir a un tratamiento hormonal o incluso a técnicas de reproducción asistida para lograr un embarazo.
  • Uso de anticonceptivos hormonales: El uso de anticonceptivos hormonales como la píldora anticonceptiva, el parche o el anillo vaginal pueden aumentar el riesgo de polimenorrea, especialmente si no se tiene un buen apego en la ingesta o aplicación de los mismos.
  • Enfermedades crónicas: Las enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y la enfermedad inflamatoria intestinal pueden afectar el ciclo menstrual.
  • Peso corporal: El bajo peso corporal y la obesidad pueden alterar el equilibrio hormonal, lo que puede provocar ciclos menstruales irregulares.
  • Ejercicio físico intenso: El ejercicio físico intenso puede alterar los niveles hormonales y en consecuencia los ciclos menstruales.

 

Complicaciones

  • Anemia: La polimenorrea puede causar pérdida excesiva de sangre y, en consecuencia, anemia por deficiencia de hierro.
  • Infertilidad: Si la polimenorrea es causada por una afección subyacente, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), puede afectar la fertilidad y la capacidad de una mujer para concebir.
  • Dolor menstrual intenso: Los ciclos menstruales más frecuentes pueden estar asociados con períodos más dolorosos y duraderos.
  • Dificultades emocionales: Los ciclos menstruales frecuentes e irregulares pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida y la salud emocional de una mujer, causando estrés, ansiedad o depresión.

Tratamiento

El tratamiento de la polimenorrea depende de la causa subyacente. En algunos casos,  puede resolverse por sí sola, especialmente si es causada por cambios hormonales temporales, como en la adolescencia o la perimenopausia.

Sin embargo, si la polimenorrea es causada por una afección como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la endometriosis o un trastorno de la tiroides, se debe tratar la causa específica. El tratamiento puede incluir:

Anticonceptivos hormonales: El uso de píldoras anticonceptivas, parches o dispositivos intrauterinos (DIU) puede regular los ciclos menstruales y reducir la frecuencia de la menstruación.

Medicamentos para regular los niveles hormonales: Si la polimenorrea es causada por un trastorno hormonal, como el síndrome de ovario poliquístico, los medicamentos que regulan los niveles hormonales, como los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) o los antagonistas de la hormona luteinizante (LH), pueden ayudar a regular los ciclos menstruales.

Cirugía: En casos graves de polimenorrea, la cirugía puede ser necesaria para tratar la causa del trastorno menstrual. Por ejemplo, la extirpación quirúrgica de los fibromas uterinos o de los pólipos uterinos puede ser necesaria para aliviar los síntomas.

Recomendaciones

Algunas de las recomendaciones que podemos dar para las mujeres que ya están diagnosticadas con este trastorno de la menstruación para ayudar a manejar los síntomas y prevenir posibles complicaciones son:

  1. Mantener un registro menstrual: Llevar un registro detallado de los ciclos menstruales, incluyendo la duración y la cantidad de sangrado, puede ayudar a identificar patrones y señalar posibles problemas de salud.
  2. Mantener una dieta saludable: Consumir una dieta rica en hierro y otros nutrientes esenciales puede ayudar a prevenir la anemia y otras complicaciones relacionadas con la polimenorrea.
  3. Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio regular puede ayudar a regular los niveles hormonales y reducir el estrés, lo que puede contribuir a la salud menstrual general.
  4. Reducir el estrés: El estrés puede tener un impacto negativo en los ciclos menstruales, por lo que reducir el estrés puede ayudar a prevenir o reducir la polimenorrea.
  5. Consultar a un médico: Si experimenta ciclos menstruales irregulares o síntomas de la polimenorrea, es importante que consulte a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Si tienes sospecha de haber desarrollado Polimenorrea te exhortamos a acudir lo más pronto posible con tu especialista de confianza.

Conclusión

Las irregularidades menstruales como la dismenorrea y la polimenorrea son afecciones comunes que pueden afectar la calidad de vida de las mujeres durante su ciclo menstrual. Es importante que comprendan los síntomas y las causas de estas afecciones para poder buscar el tratamiento adecuado y mejorar su salud ginecológica.

Los tratamientos para estas afecciones pueden variar, desde cambios en el estilo de vida hasta medicamentos y terapias hormonales. Es importante hablar con un ginecologo para determinar la mejor opción de tratamiento para cada caso individual.

Al final, promover una buena salud ginecológica y entender el cuerpo es esencial para las mujeres de todas las edades.

Esperamos que este artículo haya sido informativo y útil para ayudar a las mujeres a mantenerse saludables y sentirse bien en su cuerpo.

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