Actualmente contamos con una opción terapéutica mínimamente invasiva gracias a la aparición del láser ginecológico de CO2.
Es un nuevo tratamiento que corrige de forma cómoda, segura y eficaz la atrofia vaginal, la relajación vaginal y las pérdidas de orina leves y moderadas.
Consiste en la introducción un dispositivo intravaginal de forma indolora, que emite un pulso de energía láser que estimula la formación de nuevo colágeno, restaurando el grosor y la calidad de la pared vaginal. Se aplica durante unos minutos y posteriormente la paciente puede llevar a cabo sus actividades normales sin requerir algún cuidado especial. Se sugiere realizar 3 sesiones en total, con espacios de un mes entre cada una. Las sesiones son individualizadas de acuerdo con la patología a tratar.